Cartas encontradas I

La tentación por la o lo desconocido corroe la ineptitud por hacer el falso intento de redactar un supuesto gancho, uno en una millonésima posibilidad que crea conveniente susurrar un retazo de amor o un intento por defecto.

Apenas y sé tu nombre, no me molesto por el apellido, nunca me molestó todo en conjunto porque, nunca significó nada, salvo por un seudónimo, o un nombre de pila duplicados. El tuyo, mezclado con esa variación de granate, yendo por lo medieval, causa intriga, la mucha que te han dicho, aseguro. El tuyo sin embargo, lo vi por instantes, por sensaciones, por variaciones, un intento vago, para ser sincero, ya que el astigmatismo juega en contra de quien quiere verlo todo; la sordera, por alguien que quiere escuchar los sonetos que predica tu figura; el tacto, está intacto, pero, es lejano, no hay luz, o sonido, que pueda medir esta ausencia de encuentros. ¿Qué tienes para relatar a alguien bendecido con todos los males posibles que dios o un supuesto dios puede dotar? (Habla, mientras juega al acertijo) o, en efecto, qué te puedo ofrecer más que mi infecta pluma, o el intento de que por algún instante sepa esbozar los trazos que me guía tu... tú. (Ambos están de espalda, no se conocen, uno lee, otro escucha) Pero, nada es un acertijo, o todo tiene un por qué, un común, ¿no es cierto? (sostiene el aliento) háblame de ti, y de tu incesante carisma, o relátame cómo obtuviste ese halo que brilla por ti cuando te sientes oscura, cuando sabes que la oscuridad solo es ella por ausencia de luz, esa que falta, la llevas porque debes, porque predicas redención. O solo calla un poco, porque todos hablan en demasía, ¿has escuchado a la gente hablar en conjunto? ¡Qué fastidio! (gira su rostro a ver si huele perfume) por qué no escuchamos el silencio, así seremos privilegiados de compartir lo que todos llevan, pero no conocen, lo común, ahora, entre los dos, curiosa figura anónima, que probablemente llegó solo porque sí, o por algo, y si te puedo ser franco, en esta noche, acá nublada, allá tal vez iluminada (por ti) es que no me incumbe, o no produce nada más que nada, solo sensación de ti, de ti... (se para, se aleja).

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